La plaza Eivissa, alejada de las hordas turísticas que transitan el centro urbano, es una especie de reserva aborigen donde raramente escucharéis una palabra en otro idioma que no sea catalán o castellano; como en un pueblo, o casi. Coged la línea 5 hasta Horta y, una vez allí, parad a picar algo o un trago en el Quimet d'Horta, la Bodega Massana o La Vitamínica d'Horta, de menú vegetariano. Puesto que estamos de paseo, quizás os apetezca perderos por el Parc del Laberint d'Horta, con más de dos siglos de historia y vistas al mar desde la parte más alta.
Barrio de horta, Barcelona
línea 5 de metro