La información sobre él tampoco es muy amplia, la leyenda urbana cuenta que en la piscina de olas, los motores succionaron a un chaval que murió en el accidente y que a raíz de esto el parque cerró, pues parece ser que tampoco tenía todos los papeles en regla. En el enlace final se pueden ver muchas más fotografías del lugar.
Sitges, Barcelona