Crecimiento personal Barcelona  16 ago 2021

EL ARTE DE CREARSE PROBLEMAS

Todos sabemos que los conflictos generan un gran coste emocional a las personas implicadas en ellos y los más allegados, pero seguimos propiciando los conflictos, lo que acaban deteriorando las relaciones, a veces pueden llegar a romperlas. Pero es que, además, en todos está la idea de conciliar nuestras posturas para facilitar el entendimiento. Entonces, ¿por qué nos resulta tan difícil hacerlo?

El problema se crea cuando una persona (o las dos en conjunto) se enfrenta con su fuerte personalidad e ideas arraigadas, para él / ella muchas veces correctas, pero la mayoría de veces erróneas para los demás.

Esa persona que se crea el problema con la otra, quiere eludir la responsabilidad de asumir que tiene mucho que ver en el desarrollo y/o mantenimiento del conflicto, evitando cualquier contacto con la otra persona para poder hablarlo y solucionarlo, evitar el contacto es precisamente la actitud que acaba potenciándolo y que hay que evitar.

Al tratar con gente me sorprendo mucho de la facilidad con la que las personas se ven inmersas en conflictos que no se han buscado y que les llega de rebote, por tanto, esa persona no sabe muy bien qué es lo que ha pasado, por qué la otra persona se ha enfadado tanto, por qué ha perdido el control tan fácilmente o porqué han dicho o han hecho tal o cual cosa.

Estas situaciones son embarazosas, son situaciones que no me gustan y que las hemos de eva.luar como negativas.

Por eso hay que evitar las discusiones al máximo, dos personas no discuten si una no quiere.

Cuando el problema o conflicto con la otra persona se ha producido por una imagen distorsionada que UNO de los que entran en conflicto se lleva del otro (sin que éste se dé cuenta) se crea unos pensamientos negativos y completamente distorsionados acerca de lo que está pasando con el comportamiento de la persona que está actuando con total normalidad y que la otra recrea como anormal. Mayormente la persona que actúa así ya viene predispuesta a actuar así y se crea el conflicto dentro de ella misma, ya que no puede dominar la situación como ella querría, lo que no significa que sea incorrecto la forma de actuar de la otra persona.

Se puede definir como el pataleo de un niño cuando no se sale con la suya.

Al notar la persona que está entrando en conflicto con ella misma, se crea su propio malentendido, que proporcionará un lenguaje desproporcionado, cargado de expresiones de reproches y acusaciones absurdas y distorsionadas porque EXAGERAN LA REALIDAD de lo sucedido dañando a la otra persona que no realizaba nada anormal.

En ese momento solo se siente agravio personal y se culpa al otro por ese malestar, sin intuir ni darse cuenta que NO es el otro el que genera el malestar, sino uno mismo al pensar de forma NEGATIVA sobre lo que ha ocurrido.

Hay que aprender a seleccionar esos pensamientos desproporcionados, saber ajustarlos y hacerlos más realistas, en lugar de sentirse tan enfadado/a… Probablemente se hubiese sentido molesta y se podría haber expresado de forma más razonable (COMUNICACIÓN ASERTIVA) para intentar redirigir el comportamiento de la otra persona al que él o ella espera. Así ni se perjudica ni se etiqueta a nadie.

De pequeño siempre me decían cuenta hasta 10 antes de reaccionar o decir algo fuera de lugar, eso es justamente lo que hay que hacer, reflexionar y reaccionar a la verdadera realidad de la situación, vivir el ahora y no vivir en TU realidad excesivamente exagerada.





javier Correcto Ifigenio. Justo los 10 minutos de tiempo que hay que esperar para cocer dos, o los huevos que quieras, sería buen tiempo para pararse a reflexionar. Buena interpretación. Enhorabuena.
16/08/2021
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