Cultura Barcelona  18 jun 2021

¿Te gusta el chocolate?

El día que conocí a Daniela me dijo que estaba contando estrellas. No pude seguir la conversación. A veces hay respuestas que exigen silencio y respeto. ¿Qué le contestas a alguien al que le preguntas cómo está y te dice que contando estrellas? Nada. Así que dejé a Daniela con sus estrellas y me volví a mis cosas.

La siguiente vez que hablé con ella no quise preguntarle cómo estaba. Ya lo sabía de la primera vez. Esa pregunta, “¿Cómo estás”? Está maldita. Es una mera formalidad que usamos mucho todos. Pero es una pregunta maldita. Durante algunas etapas de mi vida he optado por el clásico “Bien, ¿y tú?”. Pero no me llena. No me llena porque no siempre estoy bien, y porque además, no me gusta que cualquiera me pregunte “¿Cómo estás?”. Si no viene de alguien cercano, me resulta invasivo.

Así que en esta etapa de mi vida, he optado por ser sincero. Y cuando alguien se me acerca con esa pregunta, respondo con mi realidad de ese momento. Nadie suele estar preparado para el tipo de respuestas que das si eres sincero. Sobre todo si dices: “Pues la verdad que hoy estoy bastante triste”. Probadlo. Y mirad la cara que se le pone al que te lo ha preguntado. Lo primero que hace es dar medio pasito hacia atrás. Lo segundo, mirarte con condescendencia. Lo tercero, intentar irse y salir de ahí cuanto antes. Son pocos los que se quedan. Lo cual es peor. Porque el que se queda opta por dos salidas. La primera, pues yo estoy muy bien, deberías hacer como yo, a mí la vida me va genial. O la segunda, vamos, ánimo, no pasa nada, adelante. Ambas son horribles. Prefiero que se vayan.

La tristeza es una emoción necesaria. No es mala. Mi tristeza no va a contagiarte nada extraño. Ni te va a pegar un tiro. Estoy triste en momentos puntuales, porque estoy vivo para estarlo. Y sobre todo, te lo digo, porque me has preguntado.

El caso es que a mí, a veces, pocas ya, se me escapa la pregunta. Y con Daniela se me escapó. Y ella me contestó que estaba contando estrellas. Y pensé, esta chica es de las mías.

Os he dicho que la siguiente vez que hablé con ella no quise preguntarle cómo estaba. ¿Qué le pregunté?. Lo que más deseaba en ese momento. “Daniela, ¿Te gusta el chocolate?”.



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rubenvm Gracias por leer. Recojo esa mano. Contaremos estrellas.
18/06/2021
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