Escritores Barcelona  08 oct 2018

Al vapor de una llama sagrada

Debió ser paseando con mi hija que no tengo, que un loro lorito vi, en el suelo, tumbado en posición de reposo. De vivos colores apagados por una ausente luz. Cuando mi hija que no tengo dijo: Mira papá que no soy, mira ese loro lorito. Si hija que no tengo, el lorito está muerto. Qué triste, papá que no soy, pero irá al cielo, verdad? No, hija mía que no tengo, esa esencia romántica no es nada real, el lorito murió y antes de marcharse sufrió la más agonizante de las despedidas; se le escapaba una vida. Pero papá que no soy, mira ese loro lorito, está ahí sin moverse, ese cuerpo un día tuvo vida y ahora es un trapo de carne Papá que no soy, yo no me quiero morir Lo siento hija mía que no tengo, mejor que siga sin tenerte.

0
📄 0
📊 269



Cargando