El objetivo de nuestra vida es ser lo más felices posible y por eso nuestra decisión es sentir la mayor cantidad de cosas para conseguir ese objetivo. Intentamos no permitir que nada ni nadie mediatice nuestra forma de pensar, ni nuestra vida. No nos gustan las barreras ni lo tópicos, no nos gustan los miedos ni los frenos. Nos da exactamente igual lo que nadie que no nos importe, piense de nosotros, y sí nos importa, y mucho lo que nosotros pensamos, vivimos y experimentamos. Poco a poco hemos ido descubriendo lo que nos gusta, lo que nos hace sentir bien y lo hacemos sin miedos y disfrutando plenamente de la vida. Una cosa, intentamos nunca juzgar y quedarnos con lo positivo de los demás.