Final de la rambla del Poblenou, atravesando la ronda litoral, en cualquier parte de la playa.
Tan sencillo como ver salir el sol desde la playa, ya se qué cuesta madrugar però vale la pena. Nos podemos dar un baño, hablar, reír o estar en silencio y disfrutar del momento. Luego podemos andar un rato o no, y buscar un lugar donde desayunar.